• Fulgencio Gil: “un alcalde que renuncia a gobernar es un alcalde que renuncia a ser alcalde. Mateos está obligado política y moralmente a someterse a una cuestión de confianza, y si trata de esquivarla, estaría cometiendo una grave cobardía política. Tiene que devolver a los concejales del Pleno del Ayuntamiento la capacidad de decidir”.