• La gente nos dice que no se atreven a salir a la calle a partir de ciertas horas. No se puede jugar con la seguridad ciudadana, ni inventarse grupos “antidisturbios y de tiro de combate”. Es la consecuencia de dejar a las pedanías sin presencia policial, y de tomar decisiones ridículas como las de poner falsas cámaras de vigilancia en las farolas.